Hace medio siglo (1969) nació una bebé que al mes de nacida su cuerpito empezó a llenarse por completo de pústulas que hacían que se le pegaran las prendas al cuerpo, de granitos rojos y encendidos que luego se convertían en escamitas…

Su mamá no sabía qué hacer y sufría muchísimo ver a su bebé llenarse de cosas en todo su cuerpo. Esta madre desesperada viendo a su bebé que lloraba y lloraba por el ardor en su piel, el dolor que le ocasionan las pústulas y el escozor que causa, y la bebé sin poder hablar aún. Eso provocaba a la mamá un dolor inmenso e inimaginable por no poder ayudar a su bebé.

La llevó a muchos doctores pero ninguno le podía dar un diagnóstico acertado y quedó esta niñita sin diagnóstico preciso hasta los 10 años de edad. Su madre gastó infinidad en médicos, análisis, medicamentos y tratamientos altamente costosos pero nada ayudaba a su hijita.

En los años 70 no existía Internet ni las redes sociales, tener un teléfono era un lujo y en esa época el correo era tan lento que las revistas médicas llegaban luego de meses. Su madre se sentía sola en esto y muy perdida.

La madre amó y lo dio todo por su hijita y sembró en el corazón de ella esta maravillosa semilla: «Hijita… tú eres SALUDABLE! No te enfermas de nada, el único problema es tu pielecita que está así; pero después de eso eres muy fuerte y sanita…»

…Y esta niña creció y creció junto a su inseparable compañera de vida, su pso Esta hermosa semilla la fortaleció y la hizo la mujer más fuerte que puede haber.

Esta niña siempre estuvo rodeada de muchos doctores de diferentes especialidades y muchos de ellos le iban diciendo que jamás podría tener hijos… JAMÁS!!!!  Que su organismo no podría albergar vida, ya que su enfermedad era tan compleja y ella estaba altamente contaminada por tanto tratamiento tóxico que se le administró. Y que era probable que no se casase, puesto que era muy improbable que alguien se case con una mujer como ella en la condición en la que estaba!!!

Luego de un tiempo, esta mujer conoció a un ángel enviado del cielo que la amó, no solo a ella, sino que aceptó a su pesada compañera de vida, la pso y increíblemente quedó embarazada.

Pero le rondaban las advertencias de la mayoría de sus doctores y un año atrás había dejado la acitetrina.

Lo primero q dijeron los doctores fue ABORTO TERAPÉUTICO!

Otro doctor solo atinó a gritarle diciéndole que como era posible que pensara en traer al mundo hijos así.

Otro doctor le dijo con pena que lo sentía, como si le diera el pésame.

A pesar de tanta negativa de los médicos, a pesar de que sus familiares sufrían porque no se sabía cómo nacería, a pesar de todo lo que le habían dicho los médicos de chiquita, a pesar de que tenía un dolor tan grande por todo lo dicho… Ella estaba emocionada y no podía creer que en su cuerpo tan lleno de todos los tipos de pso, tan lleno de dolor y tan inflamado y lastimado… pudiese haber un bello milagro en su vientre.

La mujer tomó la decisión más importante de su vida: continuar con su embarazo.

A las 2 semanas tuvo una amenaza de aborto y los doctores dijeron : “Viste como tu cuerpo no pudo albergar ese producto que no era viable?… Mañana se le hará el legrado.“ De todas maneras, antes se le hizo un ecografía para verificar la pérdida.

Ella le hablaba a su bebé y le decía: “Muévete para que vean que estas allí“, y así lo hizo su bebé: ni bien prendieron la máquina, el embrión empezó a saltar y a moverse como diciendo: “Hey, aquí estoy“

Ocho meses después nació una niñita completamente saludable y normal. Diez años después tuvo otra bebé.

Todo esto que pasó lo aprendió de su madre: aprendió a amar a Dios y a tener Fe en su propósito de vida, aprendió a que el amor lo puede todo, a luchar, a pelear, a perdonar, aprendió que no todo lo que dicen los médicos es la verdad absoluta.

Entendió que todo es parte de un propósito de vida y que todos tenemos que buscarla y cumplir con nuestra misión de vida.

Que todo tiene un porqué!

Que luego de la tormenta viene la calma y…

Que si tengo lo que tengo es para ustedes, para demostrarles que por más pso que tenga se puede llegar a ser muy feliz.

Aprendió también que no hay q hacerle tanto caso a la pso.

Espero q les haya gustado esta historia llena de Fe, de amor y valentía.

Vania Esperanza