En mayo de 2014 la OMS reconoció a la psoriasis como Enfermedad Grave. Es un dato muy relevante y, por lo tanto, lo uso muy a menudo en mis intervenciones, ya sean improvisadas como preparadas en algún foro. Y observo — tal vez ahora me afecta porque sencillamente me fijo más– un relativismo dubitativo no sólo en personas no entendidas, sino, incluso, en profesionales sanitarios. Se niegan a aceptar una realidad porque, seguramente, eso les obligaría a cambiar sus postulados y parece que eso cuesta mucho trabajo. Somos acomodaticios, por definición.
Sigue habiendo, desgraciadamente, profesionales de medicina primaria que retienen a afectados sin enviarlos al especialista, sin reconocer la gravedad del caso. Sigue habiendo familiares directos de afectados que se dejan llevar por el síndrome del «castigo divino» en vez de afrontar la patología con todas sus consecuencias y, por lo tanto, exigir un tratamiento médico adecuado. Sigue habiendo afectados que se autojustifican, a pesar de sus lesiones, de forma que retrasan y retrasan su primera consulta.
Y lo peor es la combinación de las tres cosas. Es muy duro superar todos estos obstáculos, pero hay que hacerlo. Sí o sí, señores. A todos los que dudan, aquí les entrego un gráfico de la Psoriasis Foundation (@NPF en twitter) que nos da una idea de a todo lo que nos enfrentamos. Mucho más que a unas plaquitas. Mucho más. Que 2016 nos permita a todos superar estas barreras.
Hola. Soy enfermera y tengo psoriasis palmo plantar,desde los 16 años. Actualmente solo tengo una pequeña placa en el pie izquierdo y parece que está en un periodo tranquilo. Pero siempre que trabajo tengo miedo porque actualmente te hacen desinfectar las manos con el (sterilium). Y es super agresivo y corrosivo, lo que lo noto en la piel. Yo por costumbre prefiero lavarme las manos, pues el jabón es neutro y a mi sensación y pareces, no me hace tanto daño. Pues el sterilium me ha llegado a provocar heridas e incluso rojeces o escozor. Necesito consejo, gracias.
Tengo una niña con tres años a la que su pediatra insistía en que era una dermatitis, porque es «imposible tan pequeña tener psoriasis» y porque no hay antecedentes familiares. La primera herida que yo vi a mi hija fue en su rodilla, que no curaba e iba a más. Me hizo sospechar de algo más grave y se lo hice saber a la pediatra, la que, después de dos años, me declinó a un dermatólogo que me daba citas una vez al año. Ahora mi hija tiene el 60% de su cuerpo con psoriasis y no espero a que me den cita, directamente me presento en el hospital por urgencias para que los especialistas la traten. Llevo 6 meses haciéndolo así y han entendido que las consultas han de ser más continuas, pues ahora me citan cada dos meses y me proponen nuevos tratamientos. El día 12 comenzamos con fototerapia, ya que los corticoides cada vez hacen menos. Hay que ser constantes y no desistir, hacer saber que cualquier enfermedad es grave para quien la padece y no esperar a que le den la importancia que ellos creen que merece. Yo no lo voy a consentir, ni ahora ni nunca. Feliz año nuevo a todos.