Es tiempo de felicitaciones, de buenos deseos, de copas alzadas, de risas, de mucha comida, de ilusión… pero, sobre todo, de abrazos, de cariño, de tacto.
Es tiempo de rasgar nuestro envoltorio y regalarnos, de fundir nuestros corazones con los corazones amados, de mostrar sin tapujos nuestras ganas de vivir y celebrar.
Es tiempo de dejarse tocar, de acumular caricias, de comprar futuro.
Es tiempo… Aprovéchalo y sé feliz.